A vueltas con los paraísos fiscales

LORENA REDONDA

Las Islas Vírgenes y Caimán han sido, de momento, las últimas en ingresar en la lista blanca... esa lista de países que cumplen con los estándares de impuestos y no ayudan a la evasión fiscal. Antes de formar parte de esta lista blanca, estaban en la lista negra... esa lista que países como Suiza, Austria o Andorra han engrosado durante largo tiempo. Era la lista de paraísos fiscales. La negra, claro.

En febrero, el G-20 manifestó su intención de elaborar un listado con los países que rechazaban cooperar en materia fiscal y en cuyos territorios se realizaban negocios sin transparencia. Era el comienzo de la guerra a los paraísos fiscales. Poco tardaron estados como Suiza, Austria o Luxemburgo, en anunciar su intención de poner en marcha modificaciones en su legislación para adaptarse a las exigencias tributarias internacionales de cooperación. Ayer Público dedicaba su portada, con ingenio, al primer paso del Gobierno suizo para acabar con el secreto bancario.


A lo largo de las últimas semanas diferentes países han firmado convenios de intercambio de información fiscal. Y está previsto que estos acuerdos se aceleren de cara a la celebración de la próxima cumbre del G-20. Los principales objetivos de España son Andorra y Gibraltar.